Foto: Elsa Tenca-Mariani.
-Desde un andén del Metro de Santiago de Chile...

martes, 12 de julio de 2016

EL CAZADOR DE UNICORNIOS

"EL CAZADOR DE UNICORNIOS" de Aldo Pellegrini.

-De 'Teatro de la inestable realidad',E.Argonauta, Buenos Aires, 2008.
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*PERSONAJES: El cazador, el guarda, el superintendente

El GUARDA: ¿Adónde va usted?
El CAZADOR: Allí. Al bosque.
El GUARDA: Ese bosque es un coto de caza. ¿Qué va a hacer usted?
El CAZADOR: Justamente voy a cazar.
El GUARDA: ¿Tiene su licencia para cazar? El CAZADOR: No.
El GUARDA: Allí, sentado a esa mesa, está el superin­tendente de caza. Debe usted cumplir los trámites de la licencia.
(El cazador se acerca a la mesa.)
El SUPERINTENDENTE: ¿Qué caza usted?
El CAZADOR: Unicornios.
El SUPERINTENDENTE: (Levanta la cabeza fugazmente y lo mira.) Muy bien. (Escribe:) U-ni-cor-nios. ¿Con qué objeto los caza?
El CAZADOR: ¿Cómo, con qué objeto? El SUPERINTENDENTE: En esta planilla hay una línea que dice: «Objeto de la caza». Quiere decir con qué fin caza usted ese animal. Esta línea tiene que ser llenada, si no, no hay licencia. ¿Lo entiende usted?
El CAZADOR: Objeto de la caza... objeto de la caza...
¿No se puede cazar sin objeto? ¿Cazar porque sí? ¿Cazar por cazar?
EL SUPERINTENDENTE: No, señor. Una caza sin obje­to no está permitida. Demasiada gente hace cosas sin objeto en el mundo. Por esa razón nada tiene sen­tido. La caza es una cosa seria y debe tener un objeto.
EL CAZADOR: Con perdón de usted. Yo nunca he hecho nada que tuviera objeto, y hasta ahora me ha ido muy bien. Soy feliz y pienso seguir así.
EL SUPERINTENDENTE: Lo que haga usted de su vida no me importa, salvo en este problema de la caza. Su caza tiene que tener objeto. ¿Me entiende bien! Tiene que tener objeto.
(El cazador mira un poco desconcertado.)
EL GUARDA: Usted me resulta simpático. Quisiera solucionarle este problema. El superintendente le pregunta si caza para comer el animal, es decir, para aprovechar la carne, o quizás para aprovechar la piel, es decir, con objeto alimenticio o industrial.
EL CAZADOR: En realidad con ninguno de los dos objetos. Cazo unicornios por su espíritu.
EL GUARDA: Bueno, el espíritu no es una cosa útil, Usted en realidad hace lo que se llama «caza deportiva»; es decir que usted caza por el puro placer de cazar.
EL CAZADOR: No me produce ningún placer cazar espíritus. Más bien me produce cierto grado de tristeza.
EL GUARDA: ¿Y por qué los caza si le produce tristeza?
EL CAZADOR: ¿Cómo explicarle...? Para mí, cazar espíritus es una especie de necesidad.
EL GUARDA: ¿Qué clase de necesidad?
EL CAZADOR: Una necesidad... digamos... espiritual.
EL GUARDA: Pero, ¿por qué no caza espíritus de hombres? Son más frecuentes... a veces los encuen­tra a la vuelta de cualquier esquina.
EL CAZADOR: Sí; sé que cazar espíritus de hombres es lo normal, y lo hacen todos los que pueden, es decir, aquellos que tienen cierto grado de poder. Yo nunca he tenido poder... nunca... Pero todavía hay algo más...
EL GUARDA: ¿Qué más?
EL CAZADOR: Para conseguir espíritus de hombres hay que masacrar a los hombres... y yo... me aver­güenza un poco decirlo... (Muy tímidamente.) soy humanitario.
EL GUARDA: Pero no se avergüence... ¡es encanta­dor!... ser humanitario... es encantador. ¿Por qué avergonzarse? Todavía no está penado por la ley.
EL CAZADOR: Sí, indudablemente... Pero esas inhibi­ciones lo vuelven a uno... ¿cómo decir?... le dan a uno un aspecto un poco estúpido.
EL GUARDA: Yo no lo creo así... no, no... Ahora bien, quisiera que me aclarara una duda. Usted debe saber mucho sobre el espíritu. Se habla tanto de él... yo mismo... lo menciono en mis conversaciones... pero, a decir verdad, no sé lo que es. Dígamelo usted. ¿Qué es en realidad el espíritu?
EL CAZADOR: Justamente por esa razón me dedico a la caza de espíritus. Yo tampoco sé lo que es.
(El superintendente, que ha estado escribiendo, levanta la cabeza y dice:)
EL SUPERINTENDENTE: Bien, señor, quedamos en que el objeto de su caza es el espíritu. Está bien, es admisible; es un objeto como cualquier otro... ¿pero como no figura en la lista que tengo aquí de objetos probables, tendrá que esperar.

EL CAZADOR: ¿Qué tengo que esperar?
EL SUPERINTENDENTE: A que consulte al Ministerio del ramo. Debo saber si el espíritu está incluido en la nómina de objetos útiles y honorables.
Telón
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AUTOR:
Aldo Pellegrini- 1903-1973.
Poeta, ensayista, traductor y crítico de arte.Nació en Rosario-Argentina.
En 1926 fundó el primer grupo surrealista del mundo de habla hispana.



óleo sobre tela de la pintora Mariana Tapia, de México



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